Hablemos de algo que  no a todos los lectores nos gusta: los libros adaptados al cine. Mucho se puede discutir sobre los personajes que se omiten, sobre algunos hechos o sobre cómo muchas veces quisiéramos que apareciera todo en pantalla. En este espacio hablaremos un poco de el por qué se toma la decisión de lo que aparece o se omite en pantalla.

Comencemos a partir del formato: los libros tienen un formato donde el tiempo no es un limitante, en cambio en pantalla sí lo es; para comprender un poco más, debemos considerar algo esencial: en el guion se hace lo posible para que una página sea un minuto del filme, esto convertido en números nos dejaría con mucho tiempo de demás y mucha audiencia pensando en qué momento acabará la película; a partir de esto, se comienza a pensar cuáles son los hechos más importantes, para que la historia pueda ser contada en un tiempo menor al que en realidad tiene en físico. Claro, al momento de hacer esto comenzamos a excluir algunos acontecimientos que para nosotros como lectores son meramente esenciales para la historia, pero que son los correctos para quitarlos en la pantalla.

Esto puede generar no solo que se omitan algunos acontecimientos, sino que sea necesario contar algo de una forma diferente y que sea más rápido en pantalla. Para explicar estas medidas, se puede tomar como ejemplo la película de los Juegos del Hambre, cuando Katniss encuentra el prendedor del sinsajo en el mercado ilegal del pueblo, en cambio, en el libro es una amiga quien se lo entrega: la hija del alcalde. Al haber hecho esta modificación, podemos omitir personajes y hechos que son más extensos; la amiga de Katniss sí puede ser importante en la obra de Suzanne Collins, pero puede ser omitida y eso es un factor de modificación en el guion.

Claro, como todo en la vida, no siempre es perfecto, no todas las adaptaciones son las mejores, pero esto no quiere decir que todas sean malas, en general podemos encontrar buenas películas que incluso generan interés en los libros, siendo el cine una puerta hacia la literatura. Es aquí donde la discusión sobre si es mejor el libro o la película pierde peso, porque son dos presentaciones diferentes con un objetivo: contar una historia y que sea entendida. Al igual que el cine puede generar lectores, la literatura genera espectadores, siendo de alguna forma un círculo cultural, algo que enriquece a las personas y a los espacios culturales, valga la redundancia.

Conociendo un poco más y considerando los factores que deben ser evaluados al momento de adaptar, podemos ver con otros ojos las películas que vienen de los libros, e incluso reconocer el trabajo de una buena adaptación, trabajo que siempre se debe hacer junto al autor; dando una luz del por qué los autores lo aprueban y no va en contra de su historia.