¿Los cinco sentidos dentro de la lectura?

Hablando un poco de cómo la lectura despierta nuestros sentidos.
La respuesta puede ser algo sencillo, la vista, un sentido indispensable. Pero, en esta ocasión, más allá de lo que podemos ver o escuchar, vamos a hablar de cómo nuestros cinco sentidos también son parte de la lectura, aunque no lo creamos. En un artículo anterior mencioné cómo creamos un universo para lo que estamos leyendo, un universo que no solo consta de imaginación, sino que también puede venir incluido de sentidos.
Existe un claro ejemplo para lo que estoy hablando y es el libro: El perfume; donde describe los olores, olores que aunque no tengamos cerca, podemos construirlos y de esa forma sentirlos u olerlos. Con esto en mente, los sentidos se convierten en cómplices de lo que estamos leyendo y funcionan a partir de las referencias que tenemos guardadas. Es por eso que una buena descripción de las cosas, de las personas o de los olores nos genera esa sensación del sentido.
Una buena lectura es la que nos puede transportar a diferentes lugares, y no solo eso, sino una descripción precisa, tan precisa que nos despierta los sentidos. Pero no solo el olfato es el protagonista, el tacto también puede serlo; en este caso, recordar lo que se siente tocar una superficie, puede ser suficiente para recrearlo y casi sentirlo. Y de esta manera con los demás sentidos.
Es, en definitiva, una forma muy distinta de pensar en la lectura, una forma de la que quizás no éramos completamente conscientes, pero que al reflexionarlo, lo descubrimos o simplemente lo recordamos, es por eso que los cinco sentidos sí están en la lectura.