¡Bienvenidos, queridos lectores! Una vez más, desde Volar Editorial queremos compartir con ustedes un poco más sobre nuestros autores, aquellas personas llenas de sueños e ideas que hoy hacen posible nuestra misión como editorial: compartirle al mundo los nuevos talentos en el arte de la escritura. Por eso, hoy les traemos una entrevista hecha a Luis Gutiérrez Cantillo, poeta y dramaturgo de Santa Marta, autor de las obras Sonetos circunstanciales y Habitación 304, esta última en proceso de publicación.

Comenzamos preguntándole a Luis sobre sus inicios en el mundo de la lectura:

¿Qué lo motivó a dedicarse a la escritura?

En principio, desestimo la idea de un motivo singular que hubiera contribuido a una cierta inspiración o motivación en mi trayecto como escritor. Ha influido la estrecha relación que he ido forjando a lo largo de estos últimos 13 años con ciertos autores a los cuales considero amigos, a otros maestros, y así sucesivamente. Soy a partir de lo que leo. Escribo a partir de lo que deduzco.

¿Cuál fue su inspiración al momento de compilar su poemario Sonetos circunstanciales?

Siempre he pensado que ha sido una obra no planeada, es decir, que he resultado con la sorpresa de enterarme, un buen día, de que he engendrado algo y encontrarme pasmado ante tal noticia, incrédulo. Sin embargo, todos estos sonetos tienen algo en común que los precede y que hicieron posible su engendramiento: las circunstancias cotidianas e intempestivas que ocurrieron a su autor. Cada soneto habla de una de ellas en particular.

Este 2023 llega con una nueva obra en proceso de publicación con nosotros, en este caso se trata de una obra de teatro: Habitación 304. ¿Cómo nace la idea de incursionar en este género? 

Me gusta la idea de pensarme cómo un escritor experimental. El teatro tuvo mi atención desde un principio, además de que, años atrás, fui un asistente muy concurrente al teatro principal de mi ciudad; de ahí partiría toda esta travesía. Por mucho tiempo me interesó la relación existente entre el espectador y el espectáculo, y la influencia que este último tiene durante el acto sobre las emociones y esa cierta abstracción que crea, como una especie de burbuja en la que los sentidos se adormecen.

¿Qué podemos entender como “la identidad” y por qué volverla el tema principal de Habitación 304?

Si bien el personaje realista se constituye a partir de una biografía, de un pasado que lo precede y de una psicología que configura su comportamiento, contrario a ello, el personaje absurdista busca poner en crisis este procedimiento de identidad. He tratado de llevar el tema de la identidad a los límites, volviéndolo el eje principal de la obra, pues a medida que avanzan las situaciones se podrá atisbar la manera en que cada una de las identidades de estos personajes se van superponiendo unas a otras, casi como un juego de máscaras. Esto me pareció todo un desafío; si lo he logrado o no, eso deberá juzgarlo el lector.

¿Qué consejo puede darle a quienes apenas están empezando a escribir sus primeras líneas? (Independientemente si son rimas, párrafos o diálogos).

Llevo doce años dedicado a la escritura, y una de las virtudes (por no decir que la más importante) que me ha ayudado a transitar este camino ha sido la paciencia. Ser pacientes es a lo que exhorto; no quedarse con las primeras líneas que se han escrito. Este oficio implica quemar, deshacer, recomenzar, desechar y, muchas otras veces, desistir de una determinada idea o texto para llegar al gran descubrimiento.

Así es como llegamos al final de esta entrevista. Desde Volar Editorial queremos agradecer a Luis Gutiérrez por poner su tiempo y sus ideas en nuestro sello, e invitamos a nuestros lectores a estar pendientes de la publicación de su nueva obra: Habitación 304, donde podrán adentrarse en un viaje de significación de la identidad. ¡Gracias por Volar con nosotros!