La perspectiva de un escritor: El viaje del héroe en la novela individual
Querido escritor, ¿ha tenido alguna vez la sensación de que tiene todo lo necesario para escribir una historia, pero aún no puede encontrarle a esta los pies y la cabeza?
Suele suceder que, aún con las sensaciones y sentimientos de los personajes a flor de piel en nuestros corazones, no sea suficiente para vencer la página en blanco. Hallar el porqué de dicha situación es sencilla: falta de estructura. Sin embargo, querido escritor, no hay por qué preocuparse, debido a que en Volar Editorial es nuestro deseo que pueda planear en el cielo de las ideas, por esta razón le brindaremos algo de dirección en el artículo de hoy.
¿Alguna vez ha escuchado el interesante término: “el viaje del héroe” o “monomito”?
Bueno, son términos creados por Joseph Campbell, un antropólogo y teólogo estadounidense quien en su libro: “El héroe de las mil caras”, describe la estructura básica de los relatos épicos y tradicionales que, hasta el día de hoy, se sigue utilizando en el arte del storytelling.
Como deberá imaginarse el escritor, este es un tema bastante extenso, del tipo que si se quisiera hablar a detalle ocuparía una tarde entera para resumirse, debido a esto, el día de hoy solo nos referiremos a la estructura básica de la historia; en otro momento, en artículos futuros nos dedicaremos a otros aspectos e incluso otras posibles estructuras. Cabe señalar, que para explicar esta estructura tomaremos de la mano a nuestra querida obra Harry Potter y la piedra filosofal, dicho esto, el enfoque de este artículo será aplicar el viaje del héroe a la novela en cuestión.
En la primera fase de esta estructura, también llamada como el mundo ordinario: se busca hacer, a modo de introducción a la historia, una ventana hacia la vida del protagonista antes de que suceda la historia, es decir, un vistazo de la vida a la que está acostumbrado, sea buena o mala. Suele destacarse en esta etapa aquello que es valioso para él y sus deseos, incluso como un sueño lejano. Adicional a eso, se prepara el terreno para la sorpresa que vendrá en la segunda etapa. En Harry Potter, estaríamos hablando del primer capítulo, donde se presenta la vida del protagonista y pone al lector en los zapatos del joven mago, quien desconoce su pasado y solo es el sobrino durmiendo en la alacena bajo las escaleras.
El llamado a la aventura: tal como su nombre lo indica, es ese acontecimiento que hace entender al protagonista que su vida está por cambiar. ¿Recuerdan las cartas volando por toda la casa de los Dursley? Bueno, ahí se puede apreciar esta etapa.
El rechazo al llamado: en general, nadie va a creer que de eso tan bueno dan tanto, ¿no es así? El protagonista de su historia, querido autor, puede rechazar el llamado por muchas razones, dependiendo del arquetipo del protagonista que haya seleccionado podría ser que simplemente entre en negación por miedo a salir de su zona de confort o por temor a lo desconocido; también puede ser que no le suceda a él, sino a alguien a quién quiera proteger y asuma su lugar (como Katniss Everdeen, de Hunger games), etc. En el caso de Harry Potter, esta etapa se personifica en Vernon Dursley, su tío, quien hace hasta lo imposible porque el jovencito no alcance a leer una letra de la carta que recibe con tanta insistencia.
Conocer al maestro: es sencilla de explicar. Hablando de la historia en la que nos enfocamos, no es otra cosa que la figura de Hogwarts encarnada en primer lugar en Hagrid. Debo aclarar aquí que no es Hagrid el maestro en esta etapa, sino Hogwarts personificado en cada persona, de esta manera, la escuela de magia hará de maestro para Harry. En nuestras historias, si hablásemos de la historia de una bailarina, el maestro podría ser (valga la redundancia) una maestra que la llevará a alcanzar el éxito. Si hablamos de un hombre cobrando venganza por el asesinato de su esposa a manos de la mafia: una persona que ya conozca a esa mafia y por una u otra razón o acontecimiento decida apoyarlo.
En cuanto al cruce del umbral: el protagonista entiende que el llamado es serio y tras interiorizarse y asimilarlo, decide ir tras él. En Harry Potter, esto se traduce a Harry yendo con Hagrid, cruzando el Diagon y embarcandose en el Hogwarts Express. En nuestras historias, pasa lo mismo de una u otra forma, el protagonista se asienta en la nueva realidad de su acontecer, esté cómodo o no con ello; entiende que ya nada será como antes y asume su papel.
Es aquí cuando se debe enfrentar a pruebas, aliados, y conoce a sus enemigos. El protagonista experimenta un choque con la realidad, tal vez una que otra decepción y en el camino a superar conoce a sus aliados: personas que empatizan con él y desean su bien; del mismo modo, reconoce a las personas que sienten lo contrario a los ya mencionados aliados. En Harry Potter, muestra esta etapa como nexo entre la anterior y la siguiente: la imagen de la casa de Slytherin denota cierta hostilidad hacia él; mientras que se identifican los amigos y aliados en la casa de Gryffindor y en el profesorado.
La siguiente etapa lleva de nombre: acercamiento. En esta, el protagonista es llevado a tomar acción junto a sus aliados, sea por un enigma que ha salido a la luz y que le demuestra que hay algo que anda mal; o por una primera aparición del villano. Debido a que el héroe es casi siempre motivado por un sentido de deber social, no podrá ignorarlo: sentirá la necesidad de proteger su mundo. En Harry Potter, esto se traduciría en el inicio del capítulo de El bosque prohibido, donde Harry visita el bosque prohibido, y descubre que Lord Voldemort va tras la piedra filosofal.
En este punto, ya hemos llegado a la gran prueba. En nuestra novela, este es el momento decisivo; ahora que se sabe lo que sucede y el héroe descubre qué se necesita para derrotarlo: tendrá que enfrentarse al mal. En este tipo de escenas, siempre está en el aire la pregunta de si el héroe tendrá o no las capacidades para derrotar el mal, o si acaso el malvado tiene un as bajo la manga que lo fulmine. En el caso de Harry Potter, este es el momento en que el héroe (Harry) y los aliados (Hermione y Ron) pasan por todo lo necesario para llegar a la piedra filosofal y luego protegerla; encontrándose en el acto con alguien a punto de robar la piedra, siendo que este es el profesor Quirrel y no el profesor Snape, a quien esperaban encontrar con las manos en la masa. En este punto, el muchacho se ve obligado a enfrentarse a él, porque a fin de cuentas es aliado del malvado.
Es así como llegamos a la recompensa: en nuestra historia, el momento en que tras mucho esfuerzo, nuestro personaje alcanza su objetivo, y se siente completamente victorioso y resuelto; o bien, también puede caer en el fracaso y a lo que eso conlleva en la historia. En nuestra analizada, esto derivaría en Harry logrando seguir con vida y con su casa (Gryffindor) ganando la copa de las casas.
En el camino de vuelta, se señala que, una vez cumplida su misión, el protagonista puede vivir de nuevo en un ambiente cómodo, sintiéndose satisfecho con el reto cumplido; es importante aclarar que el viaje del héroe bien podría parar aquí. En el caso de Harry Potter y la piedra filosofal así sucede, debido a que el libro termina con la promesa de que el hogar de Harry es Hogwarts, y que mientras deba vacacionar con los Dursley, será molesto para su primo Dudley.
Sin embargo, en El viaje del héroe existen otros dos puntos: resurrección del héroe y el regreso con el elixir. Estos los explicaremos en el próximo artículo, debido a que suele aplicarse en sagas (por supuesto, continuaremos con el ejemplo de Harry Potter), y el enfoque de este artículo no es más que el viaje del héroe aplicado en el contexto de una novela individual.
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